¿El
día más terrorífico de mi vida? El sábado 16 de abril a las 18:58 pm.
Estaba acostada en mi cama borrando músicas que ya no escuchaba
en mi celular, cuando sentí un ligero movimiento lo primero que se me vino a la
mente fue que era temblor pero no me asuste sino mas bien me quede quieta
esperando que pasara, porque aquí en Ecuador los temblores son concurridos, pero
a medida que pasaban los segundos era más fuerte, entonces me pare de la cama y apague
rápidamente la música que salía de mi teléfono, créanme que si no lo hacía me
iba a volver histérica e iba a perder el control de la situación, al a pagarlo corrí
y baje las escaleras mientras escuchaba las cosas caer de mi habitación , me asuste mucho mas, no tuve tiempo de coger las llaves para abrir la puerta del garaje
pero igual Salí, no importaba si tenía que trepar ese portón, al evacuar de mi
casa veía que todo el mundo corría, una señora gritando por su hijo que
momentos antes le había dado permiso para ir a jugar y en ese instante estaba
horrorizada buscándolo, otra señora que cogía a sus hijos y gritaba diciendo
que el fin del mundo ya estaba aquí y claro todos pidiendo ayuda a Dios, esto
es clásico, tiene que pasar algo extraordinariamente malo que el ser humano no
pueda controlar para que una fuerza poderosa los ayude y por su puesto este es
Dios o también llamado Jehová, en esos momentos hasta los ateos, protestantes y
a los que no les importa nada piden ayuda al padre celestial.
Según
cálculos el temblor que todos pensamos que era, luego lo catalogaron como
terremoto por ser de magnitud 7.8 grados.
Días
después seguíamos asustados por que iban haber replicas, pero los constantes
temblores solo aparecieron donde fue el epicentro del terremoto: Pedernales, Manabí
y Esmeraldas que son los más afectados.
CASAS |
HOTELES |
NEGOCIOS |
Y TODO LO QUE LLEGA A TENER UNA PROVINCIA SE DESVANECIÓ EN NADA. |
La
ayuda fue rápida y sorprendente.
Finalmente todo lo que nos enseño nuestra
madre fue puesto en práctica: solidaridad, amor, compasión y mucha colaboración.
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